Sin embargo, no necesito un salvador. O un guardaespaldas. O la protección de un alfa robusto de dos metros de altura que cree que puede reclamar lo que quiera, incluida yo. Después de ser encadenada…
El otro día, yo era el cebo. Ahora dice que soy de su propiedad. Fui prometida a un hombre que apenas conocía para corregir los errores de mi madre. Ese ya no es el caso. Los términos establecid…