Lucky suit (Sexy suits 1) - Lauren Blakely

7º THE DETECTIVE

Es una mujer que huye y está desesperada por evitar a su vecino detective entrometido y atractivo.
La artista Savannah Cole tiene secretos. Nunca puede quedarse en un lugar demasiado tiempo ni dejar que nadie se acerque demasiado. Un acosador obsesionado la tiene en la mira, y para proteger a su familia, nunca puede volver a casa, nunca compartir su arte y nunca enamorarse.
Pero cuando pone su música demasiado alta, choca con su vecino atractivo, curioso y demasiado caliente, el detective Hunter Morgan. Un hombre que la hace querer cosas que nunca podrá tener.
Después de que una lesión terminara con su carrera militar en la Fuerza Delta, Hunt Morgan encontró su lugar en el Departamento de Policía de San Francisco. Puede que no haya estado ahí para los hombres de su equipo, pero ahora pone su granito de arena para mantener segura su ciudad. Pero su nueva y misteriosa vecina está perturbando su paz. Una mirada a la hermosa rubia y Hunt sabe que tiene secretos...
Cuando una serie de misteriosos ataques amenazan la vida de Savannah, Hunt interviene. Él la mantendrá a salvo y no la dejará escapar de nuevo.
Cuando el acosador de Savannah se acerca, se encuentra con su propio protector privado. Incluso con sus hermanos y amigos en Norcross Security a su espalda, está aterrorizada de que se convierta en el próximo objetivo. Pero Hunt no le teme a su acosador mortal, porque sabe que el desafío más difícil será convencer a Savannah de que corra el mayor riesgo y se quede.

7.5º EPÍLOGO
«Seis meses después.
Hunt detuvo su Charger frente a la hermosa casa victoriana de Noe Valley.
«Más vale que esto sea bueno, detective.»
Giró la cabeza. Savannah estaba sentada en el asiento del copiloto, con una venda en los ojos que él le había puesto. No podía ver sus hermosos ojos azul-grisáceos, pero estaba preciosa con su abrigo de invierno azul oscuro y su bufanda verde hierba y gorro de punto a juego sobre sus rizos rubios. Los leggings oscuros se deslizaban por las piernas y se metían dentro de unas botas hasta la rodilla.
«Estará bien.» Esperaba. La caja que llevaba en el bolsillo le pareció muy pesada de repente.
En los seis meses que habían encerrado a Andrew Walkson, Savannah había florecido. Sonreía y reía con más facilidad, y había dejado de escudriñar la calle y comprobar que la puerta estaba siempre cerrada.
A Hunt le encantaba volver a casa con ella cada noche. Ella hacía que sus días de mierda fueran mejores, y sus días buenos, increíbles.»

Mil gracias a T!